No se curan con recuerdos ni melancolías.
El cansancio del tiempo, de la luna y las estrellas
No se cura con eternidades, ni soles, ni faenas.
Abrazos -los tuyos,
Tus miradas, mas no frías.
Esa pasividad de las aguas antes turbulentas
La acaba la osadía de esos marineros-
Ancianos valientes-
Escritores y poetas.
De las debiles cenizas residuos del fuego
Surge un fenix en forma de verso.
En forma de letras, de poema;
En forma de mujer, de niña;
En forma de mirada y de beso,
Surge la llama que nutre las
Melancolías-
Nostalgias de las noches agotadas de los días venideros.
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