I
Si todos los días
fueran viernes
Y el mundo girara
y luego se parara
-Eternamente-
Se devolviera al
umbral donde acaba el jueves
Y llegara hasta
la puerta del sábado sin tocarla;
Si se repitieran
los hechos, el clima y la gente;
Si todos los días fueran viernes y nadie lo notara,
-más que yo-
Yo haría de mi
diario vivir una vida entera
-una eternidad-
Me olvidaría para
siempre del ayer,
Me olvidaría
definitivamente del mañana.
Si todos los días
fueran viernes,
-Por ejemplo-
Corregiría mis
errores - uno a la vez-
Hasta hacer mi
día perfecto.
Y luego de estar
satisfecho
-Tal vez, sólo
tal vez-
Dejaría de nuevo
todo deshecho
Para luego gastar
otros dos o tres
En hacer y
rehacer todos los trechos.
II
Si todos los días
fueran viernes,
Los viviría todos
completos;
Me iría y
volvería, de la noche a la mañana
Recorrería el
verano, la lluvia, las flores;
Tocaría
finalmente las sombras de las noches
-De las tardes-
Y también las de
las madrugadas.
Si todos los días
fueran viernes,
Ocuparía unos
cien mil
-Puede que hasta
doscientos mil-
Para ahogarme en
los ríos de tinta
Y perderme en la
pasión vil
De quienes -aún
con sus vidas
Plagadas de
ayeres y futuros amaneceres-
Tuvieron la
osadía de escribir.
Si todos los días
fueran viernes,
Pasaría uno en
cárceles
Y otro en hospitales
-No como
visitante-
Haciendo de
residente
Sólo para ver que
se siente
Tratar de vivir
un día
Con enfermedades
Y otro sin
libertades.
III
Si todos los días
fueran viernes,
Todas las noches
disfrutaría sin repudio
De todas las
músicas del mundo:
Asistiría a
cocteles y afinaría mi oído
-Me metería en un
traje elegante-
Para escuchar lo
último en Jazz.
Me movería
también sin sentido
-pero sintiéndome
vivo-
Con las músicas
de noches de viernes
Que escuchan los
reyes del inframundo.
E incluso
apreciaría los ritmos candentes,
-Decentes e
indecentes- los bailaría
Y aprendería
finalmente a coger el compás.
IV
Si todos los días
fueran viernes,
Dedicaría por ahí
unos mil al amor.
Escogería
novecientos noventa y nueve
Para conocer
diferentes mujeres;
Para probar
diferentes formas de amar,
Y dejaría uno de
ellos -Obviamente el mejor-
Para pasarlo
contigo, -mi verdadera pasión-
Mi amor.
Si todos los días
fueran viernes,
Escogería también
algunos de ellos
Para morir a
medio día
-Moriría y
desmoríria
Dos, tres y hasta
cinco días-
Para ver quien me
extrañaría,
Para ver si tú
llorarías
Y sobre todo para
revivir al otro día.
V
Si todos los días
fueran viernes
Y el mundo girara
y luego se parara
-Eternamente-
Se devolviera al
umbral donde acaba el jueves
Y llegara hasta
la puerta del sábado sin tocarla;
Si se repitieran
los hechos, el clima y la gente;
Si todos los días
fueran viernes y nadie lo notara,
-más que yo-
Yo haría de mi
vida una mascarada esquizofrénica
Con miles de
lágrimas y también de sonrisas
Las cuales
protegería y no dejaría
Que nada ni nadie
–ni siquiera el sábado
Que ahí ya viene-
Me arrebatara.
Me arrebatara.
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