Aquél que por Atenea no fue glorificado con la sabiduría que tiene el
conocedor de la débil condición humana, y más sin embargo de súplica y reproche
sus plegarias están llenas, es más vulnerable a entrar en los dominios de Hades
sin haber acariciado la eternidad en la tierra.
Aquél quien como Adonis, posee la bendición de Afrodita y aún estando
colmado de amor y paz busca a Ares para atormentar su espíritu, no
experimentará satisfacción ni plenitud alguna si no es rindiéndose a merced del
dolor.
Sin embargo aquél heroico mortal que desafía todo designio divino,
combatiendo angustia, dolor, desespero, desolación y suplicio con
inquebrantable espíritu, verá los auges y las caídas de todas las eras sin que
él mismo sea devorado por Cronos como alguna vez lo fueron los Olímpicos.
Pues de la misma fuente no conocen el deleite, ni el soldado cobarde, ni el
mortal convertido en héroe.
“Abandonarse al dolor sin resistir es abandonar el
campo de batalla sin haber luchado”
Napoleón
“Un hombre puede ser destruido pero no derrotado”
E. Hemingway
0 comentarios:
Publicar un comentario